Re-hacer mi vida?
Hace unos días fui a cenar con una clienta. Estabamos charlando de todo un poco cuando de pronto me hizo una pregunta personal que muchas otras veces había escuchado:
– Yo también soy divorciada. Tu qué estás igual que yo, qué posibilidades encuentras aquí en esta ciudad para re-hacer tu vida?
Me quedé pensando unos segundos, y aunque era obvio, necesité que me aclarara si se refería a re-hacer mi vida en el aspecto sentimental.
Sonreí y le dije: aquí las opciones de mujer sola – hombre solo es de 3 a 1… si lo vemos en ese sentido, las posibilidades de re-hacer mi vida sentimental no son muy altas, más aún cuando la mayoría de hombres que han pasado los 35 años si no se han casado, no tiene o tiene muy pocas intenciones de entablar una relación seria con «proyección a futuro».
Pero realmente, qué significa «re-hacer» tu vida, porque esa frase tiene que estar siempre ligada a que una vez divorciada debes encontrar a otra persona para que tu vida vuelva a funcionar???
Esta «creencia» hace que muchas mujeres salgamos de una relación (no necesariamente matrimonio) disparadas y en una carrera loca para encontrar al «siguiente» que nos arregle la vida. Y en esta búsqueda perdemos perspectiva, sentido común, sexto sentido, etc y terminamos enredadas con el menos indicado y por consiguiente con otro fracaso amoroso a cuestas.
Cuando la clienta me preguntó qué posibilidades tenía de «re-hacer» mi vida, me costó entender su pregunta porque para mí, mi vida empezó a re-hacerse desde el momento que mi ex- esposo y yo tomamos la decisión de separarnos. Si miro hacia atrás, veo a una mujer completamente distinta a la mujer que soy hoy. No voy a decir que ha cambiado mi esencia, pero he ganado muchas cosas y una de ellas fue encontrarme a mí misma. Aún me falta mucho más por aprender, por disfrutar, por vivir, pero si hay algo que tengo clarísimo es que no puedo limitar mis expectativas de felicidad al hecho de encontrar una pareja. La vida, el mundo, la gente, tiene mucho por ofrecer como para centrarme unicamente y a veces hasta con desesperación en encontrar a la «persona ideal» . Si llega, llegará y en ese momento viviré la ilusión, disfrutaré del enamoramiento, sentiré el amor… y si no funciona lloraré y olvidaré, pero mientras tanto, hay muchas otras cosas que no quiero dejar pasar por andar en esa carrera loca de encontrar una pareja para que mi vida vuelva a funcionar…
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